Atlético de Madrid 4 - 3 Sevilla

El Atlético ha recuperado la fe en sí mismo, en sus posibilidades. El equipo del mexicano Javier Aguirre se ha convencido de que este año puede hacer algo grande y lo ha transmitido al público del Calderón.Era el Sevilla un rival de enjundia que se acercó a la capital de España dolido en su orgullo tras la repentina marcha de su ex entrenador Juande Ramos al Tottenham inglés
El nuevo técnico, Manolo Jiménez, debutó con éxito, con rotunda victoria ante Valencia, y precipitó la destitución de Quique Sánchez Flores.Dijo Jiménez, tras el triunfo, que su misión en el Sevilla no era cambiar muchas cosas, sino continuar con el legado de Ramos, que ha dejado un conjunto hecho.Sólo obligado por las lesiones, el estratega sevillista introdujo mínimas modificaciones en el once, en el que no estuvo la principal figura sevillista, el maliense Fredic Kanouté.El Atlético se encontró de entrada con rápido gol de Maniche. El portugués supo enganchar un balón dentro del área pequeña después de varios rechaces y firmó el 1-0 en el minuto 2.El Calderón enloqueció con el tanto, pero no intimidó al Sevilla, que se hizo durante muchos minutos con el mando hasta que logró el tanto del empate. Luis Fabiano lanzó una falta al borde del área de Leo Franco, la defensa del Atlético se abrió y el brasileño hizo el empate a uno.Era el minuto 14 y el encuentro tenía ya la intensidad propia de los envites protagonizados por los dos equipos en los últimos años. Se convirtió el partido en un ida y vuelta emocionante, con alternativas y ocasiones en ambas porterías y un Atlético, jaleado por su afición, al que le salieron bonitas y trenzadas jugadas.Y en esas apareció el Kun Agüero. El argentino remató de cabeza a la red un rechace de Andrés Palop tras un centro de Luis García y anotó el 2-1 y su sexto tanto de la temporada.A la diana le sucedieron los mejores momentos del Atlético, aunque el Sevilla nunca bajó los brazos. Tenían los de Aguirre todo a favor para matar el partido y se intuía que podían hacerlo, pero de nuevo la retaguardia rojiblanca tiró por tierra lo logrado con mucho esfuerzo.Daniel Alves centró un balón desde la banda derecha, Leo Franco salió a por el balón, no lo pidió y el portugués Zé Castro lo envió a su propia meta de cabeza. Una jugada tonta, absurda, y que puso las cosas como al inicio, como si nada hubiese pasado.
El encuentro se tornó bronco en la segunda mitad e hizo honor a los antecedentes entre los dos bandos. Y en medio de la tensión, los dos conjuntos creyeron en la victoria y se batieron en un duelo sin cuartel a por ella.Se vivieron minutos vibrantes, con un juego sobre todo físico, sin complejos, con muchos parones. Los altercados se habían comido definitivamente al fútbol elegante, algo de lo que, en principio, salió beneficiado el Sevilla. El Atlético había caído en su trampa.
Pero, sin Diego Forlán en el césped (lo había abandonado en el minuto 23 por lesión) volvió a resurgir la figura del Kun Agüero. El argentino se sacó de la chistera un pase de genio a su compatriota Maxi Rodríguez. El Kun levantó con suavidad la bola por delante de un defensa y Maxi lo metió en la red de Palop. Era el 3-2 y de nuevo los gritos de Kun, Kun, Kun retumbaron en el Manzanares.En el minuto 90 José Manuel Jurado hizo el 4-2 y desató la locura. Luis Fabiano firmó el 4-3 un minuto después, pero la fiesta estaba ya en marcha y no se aguó. El Atlético estaba en Liga de campeones y el Calderón lo celebró.

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